"Perfecto. Espero mi libro, tal como te lo pasé. Si lo leíste, bacán, y si no.. allá tú. Que estés bien, fue un gusto y un disgusto.. fui feliz. Y eso. Adiós".
Esas fueron mis últimas palabras. Y ni siquiera dichas, sino que escritas. Todo vía msn.
Y como respuesta recibí un "ves que son tus mismas actitudes... las más raras". No contesté.
Me tengo que reír? Todavía me lo pregunto.
Ya ha pasado más de un mes desde esa conversación (la última), y yo hablo de esto ahora. Siempre haciendo las cosas con atraso, nunca cuando corresponde. Sé que debí hacerlo antes, pero también sé que no era el momento, porque ahora recién me vino el arrepentimiento.
En cuatro meses pueden pasar muchas cosas. Se dicen muchas cosas, también. Unos cuantos meses y el comienzo, auge, crisis y lamentable final de un proyecto histórico por el que lo dejé todo. Todo en conversaciones, en decirse cosas; todo lindo, y sonrisitas y besitos, secretitos y tonteras varias. Luego, los reproches, las culpas... y después, las palabras que ya leyeron. Pero no se trataba sólo de lo que hablábamos, porque todo lo dicho tenía como base un hecho: un encuentro, un mensaje, un mail. Y no sólo eran palabras. La oferta incluía canciones, videos, cartas y fotos. Todos eran regalos que todavía no se me olvidan y que no pienso olvidar, para evitar futuras estafas.
Los "holas" eran lo mejor. Las despedidas, lo más doloroso.
Y luego, después de ese llanto patético pero necesario que todavía me avergüenza, un "no me quiero juntar contigo, y punto", y mi bloqueo mental, vino el adiós. Y sé que no tenía que ser así; el guión indicaba otra cosa. Pero no dependía de mí. Yo sí dije mis líneas correctamente.
Llevo varios días pensando en esas conversaciones, acordándome, decidiéndome a contarlo aquí. Y ahora que me vino el arrepentimiento, me largué a escribir.
No he dicho de qué me arrepiento. Ahora lo hago:
Me arrepiento de haber apostado.
Me arrepiento de habérmela jugado así no más, a ciegas. Sin pensar.
Me faltó desconfiar un poco.
Y lo peor de todo es que me arrepiento porque yo tenía un... un algo. Un algo al que le decía Príncipe y él me decía Princesa, y estábamos bien, y lo nuestro hubiese sido algo genial. Pero no. Yo me la jugué mal, y lo dejé. Lo dejé por confiar (próximamente me referiré a este tema, que merece análisis aparte tiene banda sonora aparte y es un error aparte).
No puedo decir que no queda nada que decir.
Sí hay cosas que no dije, pero no sé si venga al caso. Todo indica que no.
Yo me quedé con lo dicho en todo ese tiempo.
Y lo bueno, paradójicamente, no hace bien.
Pero tampoco mal.
4 comments:
wow...
kedé plop
pero bien pos pia...
todo es por algo...
y no siempre lo mejor tiene q verse como tal...
a veces lo q sientes lo peor es lo mejor...
you know...
cuidate
y nos vemos un día x
XD
Las cosas hay qe vivirlas cuando el corazon las vive, no cuando la mente recien se da cuenta de eso porqe casi siempre lo hace tarde, es una tonta en ese sentido... Aunqe aveces esa misma mente puede parar al corazon cuando este se pasa de la raya... La vida es muy dificil, nos pone minuto a minuto situaciones que nos descolocan tanto que parece que el mundo se nos cae a pedasos, por eso yo ahora trato de vivir el momento y no dejar las cosas para despues.
El otro dia llame a mi novia como a las 4 de la madrugada porqe tenia muchas ganas de decirle qe la amo, no qize dejarlo para despues :)
Nicolás
Fuerza po, y, como ya te dije, ahora con mi corte de pelo, apareció más hombro en donde apoyarse para cualquier cosa. Beshitus.
Hana
shaitan tiene la culpa
es peligroso esto de apostar
uno a veces lo pierde todo
por algo asi como una cancion de jose luis perales
el amor (y wea..)
como ha descrito perectamente
saludos
no vale la pena ese hombre,
yo se quien si le vale la Pena..
la "P"
JAJAJ
chau
phx
cocker
futuro vendedor de seguros
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